Antes de conocer a alguien, esperamos que sea de una manera determinada y luego nos sorprende agradablemente o nos decepciona simplemente siendo como es.
No tenemos derecho a juzgar a las personas, sobre todo cuando no las hemos conocido personalmente o sólo hemos coincidido alguna vez con ellas.
Con esto, quiero concluir que al conocer a una persona lo que primero miramos es su apariencia sin importarnos como es realmente.
Manuel C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario